Las 4000 islas, Don Khong, Don Det, Don Khon. Laos

Etapa 8
Después de un viaje bastante tortuoso, a mediodía llegamos a las 4000 Islas (4000 Island), en el sur de Laos. Un paraíso rural.
Con un barquito de pescadores llegamos a la isla más grande, Don Khong, que no hay que confundir con Don Khon, mucho más pequeña y más al sur.


Almorzamos y nos fuimos a buscar un alojamiento. El pueblo de Don Khong es muy pequeño... 
Hay alojamientos pero no son muchos, hay también unos poquitos restaurantes. Los viajeros no suele pararse en esta isla, suelen ir más a las islas del sur, Don Det principalmente.


Encontramos un sitio muy bonito, limpio y con aire acondicionado por 10000 Kips (10€) la noche, el Hotel Khong View, con una bonita terraza hacia el Mekong.


Estábamos reventados del viaje, y hacía un calor impresionante, así que nos refugiamos en la habitación a descansar.
Don Khong es la isla más grande y "civilizada" de esta zona, con electricidad las 24 horas.
Es muy, muy tranquila, con poco o nada que hacer salvo pasear... es ideal para descansar y desconectar. Casi no hay turistas, y los habitantes son muy amables y alegres.
No entendí como podía ser, pero hay casi más colegios que casas.
Que bonito es ver los niños de Laos. En todo el país están siempre alegres, te saludan riendo o riéndose de ti,,, y te saludan siempre con su "sabaidee" (hola). Se les ve felices.


Ya estamos al sur de Laos, casi en la frontera con Camboya... El calor que hay es impresionante. No se puede contar con palabras,,,, lo vives con sufrimiento, aunque en los recuerdos se te queda la hermosura del lugar.


En Don Khong pasamos 1 día y medio descansando, paseando, mirando los pescadores pescar en el Mekong e intentando refrescarnos del calor en nuestra habitación...



Desde Don Khong nos movimos más al sur, a Don Det. 
Por la mañana subimos a un pequeño barco de madera hacia Don Det. El trayecto duró poco más de una hora, coste 4000 kips (4€).


Nos metimos en los canales del Mekong que se abrían alrededor de las pequeñas islas... las islas son muchas, pero 4000 me parece exagerado,,, a lo mejor si cuentas las rocas...
Todo es tranquilo y verde. En el barquito y en el medio del río no hacía calor, el viento refrescaba un poco, aunque el sol te quema la piel.



Sobre las 10:00 h llegamos a la Isla de Don Det, y aquí bajamos en una pequeña playa.
La diferencia entre esta isla y la anterior fue impresionante.
Don Det a parte de mucho más pequeña es mucho más caótica, mucha más gente. Había turistas por todas partes. Las cabañas o bungalows estaban pegadas unas a las otras. 


Era como estar en una pequeña Ibiza!!! Mucha marcha, música house, música verbenera laosiana, todo "happy" (marihuana). Chiquillajes por todas partes (de estos australianos), bebiendo y fumando... y todo esto en 200 metros.
El calor era aún más fuerte que en Don Khong... Pasamos del paraíso y la tranquilidad al infierno!
Nos encaminamos a buscar un alojamiento lo bastante decente para pasar un par de noches.


La mayoría eran bungalows cutres, sin baño, sin ducha y con muy pocas ventanas,,, eso si, muy baratos.
Nos quedamos en uno de los mejorcitos que vimos, 100000 kips (10€) la noche, con veranda, hamaca, un ventilador en la habitación y una mosquitera encima de la cama.
El bungalow estaba en la zona del sunrise, salida del sol, que se supone es la zona más fresca de la isla.
El resto del día lo pasamos intentando refrescarnos en algún lugar, cosa que resultó bastante difícil. Decidimos quedarnos un día más para ver la otra isla, Don Khon y luego buscar otro lugar más fresco en Camboya.


Por la noche nos costó dormir por el calor, el ventilador movía el aire, pero era como si no lo hiciera... por la mañana refrescó un poquito... menos mal que estábamos en la zona más fresca!
Después de desayunar alquilamos dos bicicletas (1€), y nos encaminamos por los campos de Don Det hacia la isla de Don Khon.


La isla de Don Det es muy pequeña, aproximadamente 1 kilometro de largo. En su interior hay campos de arrozales, que en esta temporada estaban secos.


El camino de tierra que recorrimos fue muy bonito y divertido, me esperaba más calor.
En poco más de media hora, pedaleando muy despacio y con paradas, llegamos al sur de la isla, al puente francés que une la isla de Don Det con la de Don Khon.
Para pasar el puente hay que pagar 25000 kips (2,5€), esto incluye la entrada al parque de las cataratas.


Solo con pasar al otro lado del puente todo cambió. El paisaje cambió, se respiraba tranquilidad, todo era ordenado y bonito. El pueblecito era muy bonito y no tan caótico como en Don Det.


En 10-15 minutos llegamos a la entrada del Parque de las Cataratas de Khone Phapheng.
Estas son las Cataratas más grandes del Sureste Asiático.
Me quedé muy sorprendido viéndolas. No me lo esperaba. 



De repente el río Mekong se abre en muchos canales de agua que caen en saltos de agua bastante grandes. Fue un espectáculo muy bonito.


Después de uno bonito paseo por la zona de las cataratas volvimos hacia el pueblo de Don Khon con la intención de dirigirnos hacia otras más pequeñas cascadas. 
En cada momento la isla de Don Khon me dejaba sorprendido por su hermosura y tranquilidad. Nos metimos en los arrozales secos de la isla, había campesinos trabajando. Niños corriendo y jugando.



Después de un rato en bicicleta sin encontrar las otras cascadas, y visto el calor que estaba aumentando, nos refugiamos en un bonito restaurante a la orilla del Mekong con vista a la isla de Don Det.
Aquí pasamos la tarde charlando con una pareja italiana y compartiendo experiencias.



El camino de vuelta también fue muy agradable, y pudimos reconciliarnos con la isla de Don Det. 
La peor zona es el norte, donde está la masa de turistas.


Al día siguiente ya nos tocaba pasar la frontera para entrar en Camboya.
Al final por las 4000 islas nos quedamos 4 días. Lo peor fue el calor, muy desagradable... por el resto fue un lugar muy especial que se quedará en mis recuerdos por largo tiempo.
Si tuviera que volver me quedaría en la isla de Don Khon.
Creo que al final, a pesar de todo el calor que pasamos, este lugar fue uno de los que más recordaremos.

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