La ciudad de Sydney, Australia. Vuelta al mundo

Etapa 73 
Después de casi un mes viajando por Australia llegamos a Sydney, nuestro última parada antes de cambiar otra vez de país e ir a Nueva Zelanda.
Sydney es la ciudad más grande y comercialmente productiva de Australia, es una ciudad rica en cultura, atracciones y entretenimiento para cualquier tipo de visitante, viva y cómoda para moverse, hay muchos metros, trenes y buses, aunque son un poco caros. Para moverte por Sydney hay que hacerse la tarjeta “Opal”, se carga con dinero y la puedes usar en cualquier medio de transporte, te la dan gratis.


En Sydney afortunadamente nos quedamos en casa de otro chico CS, la casa tenía unas vistas espectaculares a la ciudad y a la famosa Opera House, un lujo. Pudimos admirar esta maravilla arquitectónica a cualquier hora del día y de la noche, hasta aburrirnos de ella…


En Sydney nos quedamos sólo un par de días, que aprovechamos para visitar la ciudad y la parte de la costa.
El Opera House fue lo primero que fuimos a visitar ya que lo teníamos al lado de casa.
Para llegar cruzamos el Sydeny Harbour Bridge, el segundo icono más importante de la ciudad.
Es de hierro y bastante sencillo, pero su presencia impone por su belleza sobre el skyline de la ciudad.



Caminamos por el paseo del puente y llegamos a el Opera House, el icono más importante y símbolo de la ciudad, Sydney sin Opera House no sería Sydney. A parte de la increíble obra de ingeniería arquitectónica y belleza de la construcción hay que mencionar una curiosidad, su color blanco brillante es debido al reflejo de miles de pequeños azulejos que la recubren. Es muy bonito ver el atardecer cerca del Opera House.



También hicimos una ruta por la ciudad visitando las zonas más emblemáticas y los edificios históricos. Es bonito e interesante pasear por las calles y ver la mezcla arquitectónica entre los edificios coloniales y los rascacielos grandes y modernos. Con dos o tres horas de paseo se pueden visitar los edificios históricos del centro. Para comer hay lugares baratos, mercados de comida asiática, ensaladas, bocadillos etc.




Otro paseo muy bonito es ir a visitar la costa de la ciudad en los barrios más alejados del centro, sigue siendo Sydney, pero mucho más tranquilo y con espíritu surfero.
Con el tren fuimos a Bondi y con un bus llegamos hasta Cogee donde empezamos el paseo por la costa. Fue un paseo de un par de horas por los acantilados y las playas que unen estos dos pequeños barrios de Sydney. Aquí se respira aire de mar, la gente corre por la avenida marítima, los surferos cogen olas en cualquier playa independientemente del frío o del tiempo que haga, la vida aquí parece menos frenética, y cuando llegas a Bondi te encuentras con una playa enorme, grafitis, más gente haciendo deporte.


La hora mejor para llegar es al atardecer, el cielo y las pequeñas casas que asoman a los acantilados se tiñen de rojo. Desde Bondi con el tren vuelves al centro de la ciudad.



En Sydney acabamos el recorrido por Australia, se acabó otro país más, esta vez demasiado rápido. Pero había que seguir hasta nuestro nuevo destino, Nueva Zelanda.


Para llegar al aeropuerto de Sydney hay un tren que desde el centro en 30 minutos te lleva, coste 13 AU$ (aprox. 16€). El vuelo salió por la noche y llegamos a Christchurch a medianoche… En el aeropuerto de Christchurch no hay buses que te llevan a la ciudad después de las 22.30 h,,, así que tuvimos que dormir allí…

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